En relació amb paraules de la rondalla “El forçut de Xixona”, en què es parla de la tia Maria com a persona sàvia i com a principal font del saber del poble (un tret vinculat amb el matriarcalisme, ja que la dona és la principal transmissora de la cultura del poble), en el llibret “’La Abuela Damiana’. Vivències que perduren”, escrit per un amic meu que coneix molt la cultura colla, matriarcal, i en què parla molt sobre la matriarca (l’àvia Damiana), podem llegir paraules molt en línia amb el matriarcalisme i, igualment, amb la tia Maria, per exemple, quan diu que “La sociedad dedica muchos de sus recursos a la educación, para que fortalezca la cultura, se sigan desarrollando los proyectos y se consigan conocimientos para mantener la técnica necesaria que permita seguir manteniendo los recursos y se cultive la lengua y el sentir la constitución como pueblo.
Suele ocurrir que la sociedad se fija únicamente en el pueblo dominante, por lo que en ese caso, la escuela no es tan educativa ni tan edificante, pues margina a los pueblos no dominantes ignorando su lengua y dejando en el olvido su historia, sus próceres, su literatura y sus costumbres. Esto ocurre en las sociedades modernas formadas por un ambiente multicultural y multirracial.
(…) La abuela Damiana miraba con recelo la escuela, pues no aparecía en ella ninguna referencia a la historia de su pueblo ni se daba a conocer el aymará o el quétchua, idiomas de su pueblo; ni se instruía ni se preparaba para el modo de vida del pueblo colla. En ningún momento los niños colla iban a crear en la escuela ninguna socialización que les uniese en sus tradiciones, les introdujese en su cultura ni les preparase para integrarse en la vida de su pueblo. Así que, se negaba con toda su energía a que los niños colla acudiesen a la escuela.
Esa escuela era un centro ‘exterminador’ para su cultura, que no se adaptaba a su modo de vida, contraproducente para los conocimientos necesarios para la supervivencia y desarrollo de su pueblo, impostor de creencias y aniquilador de la historia” (pp. 19-20).
En aquest llibret, tot seguit, es plasma com educava l’àvia Damiana, en línia amb la pedagogia matriarcal i que, com hem vist, figura en la manera d’actuar la tia Maria. Diu així:
“La abuela Damiana procuraba instruir a los niños en su idiosincrasia, introduciéndolos en su historia y tradiciones, preparándolos para vivir (…), a leer el tiempo y a saber distinguir hierbas medicinales y minerales valiosos. También a conocer la organización de su pueblo desde la cultura matriarcal y su sistema de gobierno, todo esto extraño e ignorado por la escuela del Estado oficial.
Se la veía muy entregada a esta labor, con mucha paciencia y gran exigencia, procurando darles a conocer los valores del pueblo ‘blanco’, dominante de sus territorios, para que, a su vez, supiesen defenderse de las agresiones duras, capaces de poder exterminarlos como pueblo” (pp. 20-21).
Agraesc a les persones que col·laboren en el treball sobre el matriarcalisme i a les que em fan costat dia rere dia.