Tot seguit parlarem sobre Calasparra, en relació amb els Sants de la Pedra, allí molt coneguts com “los Santos Mártires” i, en acabant, exposarem un llibre del segle XVIII, que fou publicat en aquesta població murciana de tradició cultural castellana, en aquell temps, part del Regne de Castella.
En primer lloc, direm que Calasparra és una població que, en principi, està en una zona que no fou precisament part de la Corona Catalanoaragonesa, per exemple, quan en bona part de lo que ara és la província de Múrcia, s’hi parlava valencià, motiu pel qual, em fa pensar (i ho comentí, durant l’entrevista que em feren, en juliol) que la decisió de prendre els sants Abdó i Senent com a patrons de Calasparra partís de la idea, per exemple, d’algun càrrec religiós o bé d’algun noble que entràs en contacte amb territoris on es parlàs valencià, com ara, del Regne de València, on sí que estaven arrelats els Sants de la Pedra. Afegirem que, d’acord amb l’article que llegirem a continuació, tingué lloc en el segle XVI.
L’article “San Abdón y San Senén. Historia y tradición en Calasparra” (1), de Francisco Casinello Martínez, tret de l’obra “Los patronazgos en la Región de Murcia. VII Congreso de Cronistas Oficiales de la Región de Murcia”, coordinada per Ricardo Montes Bernárdez, “Las referencias más tradicionales sobre la aparición de los santos Abdón y Senén en Calasparra citan que pudieron ser aquellos primeros repobladores entre los que, en 1412, se repartieron las tierras, quienes trajeron la devoción de estos mártires a tierras murcianas. Sin querer obviar que es posible que esta tradición sea cierta y aquellos primitivos repobladores de origen aragonés conociesen y trajesen de sus lejanas tierras esta devoción, lo cierto documentalmente que las primeras noticias sobre los Santos aparecen a finales del siglo XVI. Tanto es así que ni tan siquiera fueron los primeros patronos de Calasparra. (…) Probablemente una época de malas cosechas unida a un ambiente de exaltación religiosa con numerosas fundaciones de santuarios y ermitas, influye para que el Comendador buscase un nuevo patrón más directamente relacionado con la protección de la agricultura y del que pudieran conseguir unas reliquias que concentrasen la devoción hacia el patronazgo.
(…) Los últimos años del siglo XVI y los primeros del XVII ven aumentar considerablemente la devoción a los Santos y ya en la visita de la encomienda de 1.609 encontramos la fundación de la Ermita de los Santos por Pedro Hernández ‘natural de esta villa por su devoción y la repara y tiene proveida de ornamentos y de los demas necesario y solo tiene necesidad de presente de recorrer los tejados de alguna teja…”.
(…) A lo largo del siglo XVII la fiesta de los Santos se va consolidando y en el siglo XVIII ya está considerada como la más importante de la Villa” (pp. 189-191).
Sobre el segle XVIII, referent a Calasparra, el cronista diu que “Juan de Moya Hurtado, Escribano del Concejo de Calasparra desde 1.748, nos dice en 1.779 que (…) se hacía ‘… caridad de pobres y reparto de pan y carne…”, tradición que, con modalidades diferentes y con otro sentido, aun se ha mantenido hasta la actualidad” (p. 192).
A aquestes línies de Francisco Casinello, podem adduir una part d’una obra del segle XVIII, “Vida portentosa, y sagrada novena de los santos martyres, y Exclarecidos Reyes, S. Abdón, y Senén, Patronos de la Villa de Calasparra” (2), del P. Fr. Sebastián Saez (de 1765), publicada en Calasparra, en què l’autor comenta que “Dedican à estos Ilustres Martyres un dia, en que les celebran solemne fiesta, (…) donde estos Santos tan peculiares de este Pueblo, en quanto à la devoción, con que los miran, como à Patronos, que comúnmente se entienden con el epíteto de los Santos de Calasparra, o los Santos de la Caldera (*); de cuya circunstancia dimana aquel regular dicho, con que suelen ponderar las gentes alguna vasija de gran magnitud, que exclaman con aquella palabras: Es mayor, que la Caldera de Calasparra.
(…) trato del método, que observa aquella Ilustre Villa de celebrar esta funcion de los Santos Abdòn, y Senèn; y así, (…) no passarè en silencio el principio, y motivo de donde toma denominación esta vulgaridad tan proclamada por todas partes. Sucede que en esta Villa se reserva una grande, y espaciosa Caldera, circunvalada de ceños (*) por su mayor firmeza, la qual està solo destinada para el dia, en que solemnizan à estos Santos; pues para festejarlos mas cumplidamente por todos modos, se muestra aquel dia esta piadosa Villa magníficamente liberal con todo genero de personas, y para fin de disponer comida para tantos, està proporcionada dicha Caldera; siendo capàz en el concavo de su circunferencia, cocerse suficiente menestra para surtir un batallon de Gente. Guisase comunmente en èlla toda la carne de una gran res (*) de Bacuno (*) que con dos, ò tres cargas de las verzas (*), que dà el tiempo, y à correspondencia, una desmedida porción de otras legumbres, y demàs condimentos, que se requieren, para sazonar (*) aquel manjar, se dispone en toda forma, aunque en Caldera, una muy bien provista olla. Determinan à uno, ò dos hombres, à cuyo cuidado queda cometido el prepararla, para que estè en términos de comerse; siendo antiquada costumbre, que sirva la calle de cocina, donde se represente todo este explendido aparato, la que siempre se plantea en el sitio, que estè enfrente de la casa de los Mayordomos, que suelen ser dos, ò mas, algunos años, à cuya conducta, y dirección toca hacer repartimiento, el qual suele ser, dando una parte de limosna à los necessitados, y otra por reliquia, à los que no necesitan; de suerte, que por ser en nombre de los Santos Martyres estas expensas, y ser tanta la devoción de aquel Pueblo, les hace dicha olla el caldo gordo à pobres, y ricos” (pp. 83-85).
Finalment, i també en relació amb la caldera, direm que, a través d’informació treta del llibret “Cuadernos de Historia de Calaparra Nº I SAN ABBÓN Y SAN SENÉN” (3), de juliol de 1997, sabem que, en Calasparra (com també en Pedrosa del Rey, una població castellana i també d’arrels castellanes), intervenen els bous, un fet molt minoritari en quasi tot l’àmbit lingüístic, almenys, en lo relacionat amb la festa dels Sants de la Pedra.
Així, a partir de les informacions recopilades en la recerca, sembla formar part més aïna de la cultura castellana, ja que en la major part de les poblacions de la històrica Corona Catalanoaragonesa, la festa s’orienta més cap a balls i danses, la processó, la desfilada de trets festius (com ara, gegants, en Catalunya), l’arreplega de diners mitjançant la venda d’aliments o a través de subhastes, etc., més en línia amb lo que llegirem tot seguit i també tret del mateix llibret de Calasparra.
“Continua narrándonos Don Luis, que otro de los momentos culminantes de las celebraciones en honor de los Santos era el llamado Viernes de Mayordomas. Se celebraba ese festejo el último Viernes de Agosto y estaba organizado por la mayordomía de los Santos para hacer la postulación (*) (…) por el pueblo a cargo de un grupo de escogidas señoritas que eran recogidas de sus domicilios por autoridades locales, mayordomos y acompañadas cada una de ellas por un joven. Recorrían todo el pueblo, de casa en casa, recogiendo donativos en dinero o en diferentes objetos que luego eran sometidos a pública subasta.
Al día siguiente se volvían a correr los toros de la misma forma que se había hecho durante el Día de los Santos. Los astados (*) eran sacrificados en la Corredera y después de descuartizados se ponían a cocer en las enormes ‘calderas de los Santos’, dando lugar al dicho: ‘Es más grande que las calderas de los Santos’.
(…) La caldera era repartida entre todo el pueblo” (pp. 30-31).
ABDÓ I SENENT (Calasparra, s. XVIII, llibre)
Font:
(1) L’article “San Abdón y San Senén. Historia y tradición en Calasparra”, de Francisco Casinello Martínez, tret de l’obra “Los patronazgos en la Región de Murcia. VII Congreso de Cronistas Oficiales de la Región de Murcia”, coordinada per Ricardo Montes Bernárdez , en pdf, Es pot consultar en Internet, per exemple, entrant en Google i, després, anant a l’enllaç https://www.cronistasdemurcia.es/congresos-cronistas-1 i després a l’apartat “Congresos cronistas”, on es veuen les obres que s’elaboraren arran de cada u dels congressos de cronistes.
(2) L’obra “Vida portentosa, y sagrada novena de los santos martyres, y Exclarecidos Reyes, S. Abdón, y Senén, Patronos de la Villa de Calasparra” ( http://www.murcia.es/jspui/bitstream/10645/979/1/Archivo526.pdf), del P. Fr. Sebastián Saez (de 1765), publicada en Calasparra.
(3) El llibret “Cuadernos de Historia de Calasparra Nº I SAN ABDÓN Y SAN SENÉN Julio 1997”, elaborat per diversos autors i editat per la Fundación Emilio Pérez Piñero (de Calasparra), per Caja Murcia i pels autors, que s’elaborà en Calasparra (població murciana on estan arrelats els Sants Abdó i Senent), en 1997.
Agraesc la generositat de Juan Sánchez, arxiver municipal de Calasparra, qui feu possible que m’aplegassen aquests quaderns.
Notes: U dels altres noms familiars que reben els sants Abdó i Senent, en aquest cas, en Calasparra, és “los Santos de la Caldera”.
També veiem que, en Calasparra, hi ha l’expressió “Es más grande que las calderas de los Santos”.
El mot ceños (en aquest cas, referit a la caldera), en valencià correspon a cércols.
La paraula castellana res, en valencià, correspon a cap.
En el text de 1765, llegim, literalment, Bacuno en lloc de vacuno i, per exemple, verzas, en lloc de berzas (en valencià, cols).
La paraula castellana sazonar, en valencià, assaonar, vol dir fer saborós el menjar.
Que es feia la postulació vol dir que es demanava amb una instància.
El terme castellà astado equival a lo que nosaltres diem banyat (que té banyes), bou.